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Iluminación exterior

Por fin llega el tan esperado momento de aparcar por unos meses el abrigo y las mantas de lana y salir a nuestro soñado espacio al aire libre, tan preciado y deseado durante el largo invierno. Así, del mismo modo que nos acicalamos para recibir al verano es el momento ideal para poner a punto nuestro jardín, terraza o porche. Lánzate a dar esa mano de pintura a las sillas, renueva los textiles y, sobre todo, planea al milímetro la iluminación de exterior.

Porque… ¿quién no suspira por esas cálidas reuniones en el jardín al caer el sol? ¿Con los divertidísimos saraos nocturnos en la terraza? Aquí te aconsejamos como obtener la iluminación adecuada para cada momento y espacio, así, solo tendrás que preocuparte de con quien compartirlo.

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    Como si de un salón o comedor se tratase, iluminar correctamente el exterior de tu casa conlleva una planificación, un proyecto bien pensado y diseñado. En este caso, además de tener en cuenta el tipo de luz, color, potencia y, por supuesto, estética, es fundamental enlazar la ubicación de cada lámpara con el IP adecuado.

    El número o referencia IP de una lámpara se refiere a su grado de protección contra el agua, humedad o polvo. Así, según la ubicación de cada luminaria deberemos tener en cuenta un grado de IP; va desde la protección mínima de IP23 para lámparas que no están expuestas a la intemperie directa, a IP44 para muros y paredes con tolerancia al agua y al barro, o IP65/67 impermeables, aptas para mucha agua y pisadas. Seguir estas indicaciones garantizará una mayor duración de cada luminaria y evitará accidentes, por ello te recomendamos que siempre sigas las indicaciones del fabricante.

    Ilumina tu jardín con nuestras lámparas de exterior

    El primer paso para triunfar en la iluminación de tu jardín es planificar la luz que necesitas por zonas. Si dispones, por ejemplo, de senderos o caminos en tu jardín, los apliques de pared son idóneos o, si no es posible, unas balizas o focos de suelo. Al tratarse generalmente del acceso a la vivienda será fantástico, además, equipar estas luces con sensores de movimiento, así siempre estarás bien acompañada por la luz al llegar a casa.

    El resto del jardín, aunque no se utilice de noche, debería contar con lucecitas de ambiente que proporcionen esa atmósfera mágica tan especial que solo unas luces tenues pueden aportar. En esta línea, las guirnaldas de luz, en el estilo que más te guste, son tus mejores aliadas, eso sí, mira bien que su IP sea la adecuada y complétalas con un temporizador para que tu jardín se bañe de luz cada noche sin tener que preocuparte.

    Ahora, centrándonos en ambientes más vividos como la zona de estar o el comedor, aquí además de una luz general cercana, que pueden ser perfectamente unos apliques en los muros cercanos, son vitales puntos de luz que permitan ver sin deslumbrar. El objetivo es embaucar con la iluminación adecuada, lograr una iluminación envolvente en el punto justo entre dar luz y sentir su resplandor.

    Nuestra apuesta se centra en pequeñas lámparas recargables como puntos de luz aislados sobre la mesa, incluso uno por persona, guirnaldas de luz cálidas, o modelos de pie solares o recargables.

    Y como no, en todo jardín que se precie, no deberían faltas velas aromáticas aquí y allá, que sumadas a las lámparas elegidas, generen un ambiente apetecible y sugerente para las mágicas noches estivales.

    Lámparas decorativas de exterior

    ¿Y si tu espacio al aire libre es un porche o una terraza techada? En este caso todo cambia. Aunque no estaría de más contar con luminarias de IP23, si no van a recibir agua directa podemos permitirnos la licencia de lanzarnos a por lámparas más decorativas e introducir así las luces en el proyecto de decoración que tengamos en mente. Fibras vegetales para ambientes de aire ibicenco, modelos de forja para estilos más provenzales… todo vale siempre que no estén a la intemperie y las protejas del sol directo.

    Y ahora… damos el pistoletazo de salida al verano ¡A disfrutar!

    La inspiración sigue en: