Este espejo es perfecto para acompañar en el crecimiento a los más pequeños, ayudándoles en su desarrollo. Es acrílico, por lo que no se puede romper y no tiene esquinas.
Ponlo a la altura de su cuna para que pueda mirarse a la vez que fortalece el cuello y la espalda. Y cuando sea mayor, cuélgalo a su altura para que le ayude a vestirse y peinarse por la mañana.
Está hecho a mano, por lo que cada uno es único y puede tener pequeñas imperfecciones. La parte trasera es madera de roble. Incluye instrucciones de uso, clavijas y tornillos. Mide 30 cm de alto y 36 cm de ancho.