Inspirada en el diseño cerámico que era tendencia en los años 70, cada una de estas tazas tiene un acabado único. ¿La razón? Que están hechas a mano y, por tanto, no existen dos exáctamente iguales. Son ideales para regalar y regalarse. No conocemos aún a nadie que se resista al encanto de desayunar en una buena pieza de cerámica.
He recibido un pedido que hice con vosotras y sólo daros las gracias por incluir una tarjetita a mano, un detalle hoy en día!
Alba