Una alfombra hace más cómoda y acogedora nuestra casa y puede cambiar completamente una habitación. Es solo un complemento textil, pero tiene un poder decorativo tremendo. Además te permite jugar con materiales y colores que ayudan a definir la personalidad de tu hogar.
Puedes pensar que esta alfombra de puntos de colores quedaría ideal en un dormitorio infantil, y es muy cierto. Pero el mundo es de los valientes: su diseño alegre y acogedor nos parece perfecto para el recibidor, los pies de la cama o para delimitar una zona del salón como rincón de trabajao o de lectura.
Está elaborada 100% en OEKOTEX, un algodón certificado orgánico, y teñida con tintes naturales. Y además es lavable. Mide 90 x 120 cm.